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miércoles, 2 de marzo de 2011

UN DIA EN LA VIDA DE UN VARITERO


Apenas amanece en la sabana sucreña, son las 4:30 AM, y empieza la jornada para Oscar Cardeño, es varitero; antes de iniciar su extenuante jornada se prepara algo de desayuno en su fogón de leña en el cual hará un poco de café y calentará un puñado de arroz que quedó de la cena, yuca y quizás queso, lo empaca cuidadosamente en una bolsa o en hojas de plátano; será su merienda del día.
Hoy vamos lejos pues la varita está escasa y el invierno no deja trabajar y usted sabe, nosotros vivimos es de esto…” afirma Oscar
Una vez se toma su café, llena un recipiente con agua, toma su vieja y oxidada bicicleta y sale de su humilde vivienda con techo de palma y paredes de bahareque, en el cuarto duerme aún su compañera y sus tres hijas, pronto se levantarán, los niños irán a la escuela y ella tejerá escoba a lo largo del día.
Al igual que Oscar Cardeño muchas otras personas de Baraya, Corregimiento de Galeras, en el Departamento de Sucre, se dedican a “sacar varita” actividad de la cual devengan su sustento diario.
Desde tiempos ancestrales los habitantes de la región se dedicaron a tejer esteras, petates, abanicos; para lo cual usaban la parte blanda de una palma espinosa llamada enchama que abundaba mucho en la región y que no había que teñirla con bija y era bastante resistente.
Al extraer la parte de la hoja de enchama que necesitaban quedaban los filamentos y alguien tuvo la brillante idea de hacer escobas con esa varita, para ello se usa una pita en la cual se tejerá la maya del escoba usando manojitos de aproximadamente seis varitas, el escoba terminado tendrá un largo de más o menos un metro.  Estos escobas al ser llevados los mercados de Sucre y Guaranda tuvieron una buena acogida y esto fomentó su producción.

Escoba de Varita de Palma de Vino
 Según la tradición oral se destaca el nombre de María de la Paz Cardozo como una de las precursoras en la elaboración de escobas en la región, al lado de otra recordada artesana como lo fue Julia Miranda, ellas enseñaron su arte a otras personas.
Los primeros mercados fueron Sucre y Majagual (Región de la Mojana), se hacía en burro ó mulo y en épocas de invierno se iba hasta Punta de Blanco en donde se tomaba un “Jhonson” (canoa grande con motor fuera de borda); algunos de los pioneros en la comercialización de estos productos fueron José Manuel Severiche, José Lastra, Juan Cardozo, José Romero, Manuel García, Humberto Lozano; ellos poco a poco fueron buscando nuevos mercados hacia Sincelejo, Corozal, El Carmen, Cartagena y otras ciudades de la Costa.
Al aumentar la demanda de escobas se pierde el interés por la fabricación de petate y esteras por cuestiones mercantiles, pero la palmera enchama no abastecía suficiente material por lo cual la palma de vino surgió como fuente importante para proveer varita; la palma de vino abunda bastante en la región.
El proceso de la varita hasta su producto final la escoba no es fácil, primero hay que extraer el cogollo de la palma de vino, que suele medir varios metros de altura, luego hay que amontonar los cogollos para empezar a desvaritar, lo que inicialmente se hacía utilizando  la uña del dedo gordo de la mano; hoy utilizan cuchillo.
Un varitero experto puede extraerse hasta 50 libras diarias, lo que representa una ganancia de $15.000, pues el precio de la libra de varita actualmente es $300.
La falta de empleo hace que cada día mas personas se dediquen a esta actividad en Baraya y otros pueblos vecinos como San Andrés Palomo, Palmital, Surban, etc., lo que significa para los variteros menos posibilidades de conseguir la varita.
Cada día es más difícil encontrar palmares donde extraer la varita, pues los dueños de fincas han venido talando las palmas de vino, por eso cada día hay que ir más lejos para hallarla.
Luego de extraer la varita hay que secarla durante dos días mas no menos, pesarla libra por libra para venderla; algunas personas fabrican ellos mismos los escobas en una especie de empresa familiar pues ayudan todos, la esposa y los hijos que desde muy pequeños aprenden el arte de tejer escobas.
La docena de escobas se vende en la localidad a $5000, sin calzar; calzado (o  sea con palo), se vende a $8000.
Hay personas dentro de la comunidad que se han especializado en proveer los “palitos” para calzar los escobas; existen unas especies de árboles apropiados para ello pues reúnen unas condiciones necesarias tales como peso, tallo derecho, facilidad para pulirlo, etc. Una de las especies más utilizadas es el papayote.

1 comentario:

  1. Baraya es el corregimiento de Galeras mas desprotegido y dados los altos indices NBI que se presentan en la población requeriría una presencia mas efectiva por parte del Estado

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